La homosexualidad duele
Duele y mucho. Lo experimento cada día, no porque yo tenga AMS sino porque lo vivo en quienes lo experimentan.
Fuente: ReL
Lo vivo en los mensajes diarios de personas que buscan alternativas a sus sentimientos homosexuales; en los mensajes de padres desconsolados, perdidos y confusos; en quienes me lanzan preguntas sin desvelar su identidad buscando respuestas a dudas, en las luchas acumuladas durante muchos años y ya están con una esperanza muy débil y mortecina. Pero sobre todo lo vivo en los casos que llevo en terapia de cambio y en los procesos de coaching (crecimiento personal). Este dolor es profundo porque carecen de su genuina identidad.
No es un dolor que proviene de fuera, no es miedo a una sociedad que no les entiende, comprende o acepta. Hablan de un dolor que llevan muy dentro, que proviene del interior, es intrínseco y profundo.
Este joven está en sus primeros pasos de la terapia de cambio, por tanto habla de su experiencia personal:
«Se que soy un hombre de 31 años heterosexual pero que por ciertas situaciones que se dieron en mi niñez y juventud, mi sexualidad quedó desviada hacia la AMS. No creo en la ideología de género y estilo de «vida gay». Creo que abrazar ese tipo de vida no es «salir del armario», sino meterse en uno… y muy oscuro».
- «Salir de armario«. Aceptando «ser homosexual» y vivir su homosexualidad, deseando que le acepten todos como tal.
Esta es la opción que más oímos porque ya hay quien se encarga de que así sea.
- Vivir en silencio la homosexualidad con dolor y en secreto durante el resto de su vida. No llegamos a saber quienes son per oestán entre nosotros y son muchos. Esta es una realidad durísima y me refiero a esta opción cuando hablo del dolor intrínseco.
- Terapia de cambio: Vivir un proceso de crecimiento personal en el que la persona se enfoca en áreas que quedaron sin desarrollarse, como es la dimensión afectivo-emocional, la seguridad personal y la autoestima.
Me decía una persona que acaba de terminar su proceso de terapia de cambio:
¡Cuanto dolor se puede aliviar y qué sencillo es al mismo tiempo el proceso! ¿por qué no conocí esta terapia hace 40 años?
elena@elenalorenzo.com