Los dañinos efectos de la pornografía

28 noviembre, 2010
Autor: Brian Clowes, Ph.D.
Copyright by Vida Humana Internacional
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AVISO: Parte de la información que presentamos a continuación es de contenido escabroso y no apta para menores de edad ni para personas moralmente vulnerables a este tema.

“La recuperación del control moral y el retorno del orden espiritual se han convertido en la actualidad en las condiciones indispensables de la supervivencia humana” — Christopher Dawson, historiador cultural (1).

Lo que dicen los que sostienen una ideología antivida

“No creo que la pornografía degrade a las mujeres. Las mujeres que la practican quieren hacerlo. Nadie les está apuntando con una pistola a la cabeza. No entiendo cuál es el problema” — Madonna, Sex, 1992 (2).

Otras personas, tan despistadas como Madonna, afirman que la pornografía es simplemente una “válvula de escape” que las personas usan para disipar sus impulsos sexuales. Su efecto, dicen ellos, es “catártico”. Ello quiere decir, afirman estos ilusos, que las personas que de otra forma hubieran expresado, por medio de su actuación, sus violentas fantasías sexuales, de esta manera, en cambio, usan su material pornográfico sin causar daño.

Introducción

Los nocivos efectos de la pornografía, tanto la mal llamada “leve” como la fuerte, son extensos y permanentes. Hay grupos de investigadores que han realizado más de 500 estudios sobre estos efectos y sus conclusiones son concretas, coherentes e irrefutables.

A través de estos estudios aparecen consistentemente muchas relaciones importantes. Las seis conclusiones en relación con el impacto de la pornografía que se encuentran en la lista más abajo también se presentan en el estudio sumario de David Scott: Pornography, Its Effects on the Family, Community, and Culture (“La pornografía, sus efectos en la familia, la comunidad y la cultura”) (3). Obsérvese que estas conclusiones no son el resultado de estudios aislados o de estudios que han sido agrupados al azar. Los números de los estudios que arrojan cada una de las conclusiones encabezan los párrafos correspondientes a través de este artículo y han sido tomados de la obra de Scott.

La lista de referencias bibliográficas de todos estos estudios aparece también al final del libro de Scott. Esa lista sería de gran valor para el que esté interesado en llevar a cabo una investigación seria sobre los efectos de la pornografía.

A continuación ofrecemos la lista sumaria de los principales efectos de la pornografía, cada uno de los cuales es descrito en los párrafos subsiguientes:

Contenido:

  1. Aún la pornografía “leve” hace daño a cualquiera.
  2. Toda pornografía insensibiliza al que la ve.
  3. La pornografía causa adicción.
  4. La pornografía degrada al matrimonio.
  5. La pornografía aumenta la intención criminal de delincuentes peligrosos.
  6. La pornografía impulsa a realizar otros crímenes y los facilita.

1. Aún la pornografía “leve” hace daño a cualquiera

Dieciocho estudios distintos han demostrado que la pornografía “leve”, que exhibe actos entre adultos, aun con su consentimiento, definitivamente insensibiliza a todos sus videntes, y puede provocar un comportamiento extremadamente violento (4).

La pornografía afecta adversamente a toda persona que la ve y no sólo a los peligrosos criminales sexuales que aparecen en las tiras cómicas. La pornografía interfiere en las relaciones interpersonales y en el desarrollo moral de todas las personas que la ven.

De hecho, la pornografía “leve” ha sido un factor que ha estado presente en numerosos suicidios de adolescentes varones. El FBI ha informado de muchos casos de jóvenes que se han colgado del cuello y se han masturbado mientras sostenían una revista de pornografía “leve”. No es sorprendente que estas muertes (que se clasifican como “asfixia autoerótica”) a menudo no son dadas a conocer al público. Se calcula que alrededor de 1.000 de estos suicidios accidentales ocurren en Estados Unidos todos los años. (5).

En muchos casos, hasta ha habido jovencitos que sin quererlo han matado a sus amigos y hermanos por seguir las sugerencias que se encontraban en las revistas de pornografía “leve”. Ello demuestra que no son solamente los pervertidos y los criminales endurecidos los que han sido afectados adversamente por la pornografía. Por ejemplo, Zachariah Hurt, de 13 años, leyó una revista de pornografía y luego colocó con cuidado unos cordones de zapato alrededor del cuello de dos niños: su hermanito de 8 años, Benjamin, y Todd Pigg, Jr., de 7 años, luego tiró de los cordones y accidentalmente estranguló a los chicos.

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2. Toda pornografía insensibiliza al que la ve

Toda pornografía, “leve”, fuerte y aun los materiales de “educación” sexual “neutral”, insensibilizan al vidente y lo condicionan a los actos sexuales, violentos o no, como parte integral de la conducta humana –26 estudios distintos han llegado a esta conclusión (4).

Una encuesta de Gallup de 1984 arrojó que dos tercios de los que respondieron creían que el ver violencia en la televisión era dañino para otros, pero sólo el 5% de ellos creía que era dañino para ellos mismos (4).

Neil Malamuth, Ed Donnerstein y Dolf Zillman, tres de los principales investigadores de la violencia sexual, han declarado que, en general: “La pornografía insensibiliza. El ver estos materiales, sean estos violentos o no, coactivos o no, aumenta experimentalmente la conducta agresiva del hombre contra la mujer, y disminuye la sensibilidad, de tanto el hombre como la mujer, hacia la violación sexual y hacia la situación deplorable de las víctimas. Tanto los hombres como las mujeres, después de haber visto este material, creen que la mujer que ha sido víctima de una violación sexual ha sido menos perjudicada, es menos digna y hasta es responsable de su propio sufrimiento (6).

Esta investigación demostró que, luego de haber visto brevemente un material pornográfico, las dos terceras partes de los varones universitarios estarían más dispuestos a obligar a una mujer a realizar actos sexuales, si se les pudiera asegurar que no serían atrapados o castigados. Un tercio de los estudiantes expresó sentir un aumento del deseo de cometer una violación sexual (6). Estos son cambios escalofriantes de la actitud, tomado en cuenta que la mayoría de las violaciones sexuales no se reportan.

La pornografía es particularmente eficaz en insensibilizar a personas emocionalmente perturbadas. Por lo menos 26 estudios han demostrado de forma definitiva que las personas emocionalmente perturbadas y aquellas con una tendencia hacia los actos violentos pueden llegar a ser significativamente insensibilizadas durante varias semanas luego de haber visto películas pornográficas y/o violentas durante tres horas (4).

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3. La pornografía es adictiva

Varios estudios han demostrado que todas las personas, normales o desajustadas, que ven pornografía desarrollan el deseo de ver material pornográfico cada vez más perverso, así como los adictos a las drogas desean drogas cada vez más fuertes. Todas las personas fantasean acerca de materiales pornográficos y actos más perversos y aun muchos de ellos los incorporan en sus relaciones sexuales. Muchas personas comienzan a emplear métodos cada vez más violentos en sus relaciones sexuales.

Los psiquiatras británicos Martin Roth y Edward Nelson han declarado que “lejos de tener un efecto catártico, el ver pornografía produce un mayor interés en la desviación sexual” (7).

Donnerstein, Zillman y Malamuth informan que “el ver prolongadamente pornografía común, no violenta y no coactiva, creó el apetito de materiales más inusuales, extravagantes y desviados, incluyendo los violentos en un contexto sexual, como la exhibición del sadomasoquismo y la violación sexual”.

Como ocurre con el caso de los drogadictos, aquellos que consumen pornografía llegan a sentir que necesitan materiales más y más perversos para mantener su nivel anterior de excitación sexual (4).

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4. La pornografía degrada al matrimonio

Los que consumen pornografía generalmente ven material que muestra a mujeres atractivas que realizan casi cualquier tipo de acto con cualquier número de hombres (o animales). Los usuarios de la pornografía comienzan a creer que sus esposas también deberían realizar actos que sean por lo menos un poquito más “aventurados” o “experimentales” que aquellos a los cuales están acostumbradas. Cuando las esposas de estos irresponsables no satisfacen las fantasías que la pornografía les ha producido, entonces dichos usuarios se sienten insatisfechos. Puede que se sientan aún más insatisfechos con las imperfecciones físicas de sus esposas. Las esposas, por supuesto, se sentirán disgustadas y rechazarán el comportamiento cada vez más pervertido de sus esposos.

Entonces los esposos a menudo buscan a las prostitutas, quienes están acostumbradas a lidiar con estas peticiones tan extravagantes y perversas (3,8).

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5. La pornografía aumenta la intención criminal de delincuentes peligrosos

Hay más de 65 estudios que demuestran que los criminales peligrosos (pederastas, asesinos, violadores, padres incestuosos) no sólo son más propensos a cometer sus delitos si consumen pornografía, sino que también son más propensos a usar extensamente la pornografía poco antes de cometer sus crímenes (4). Los hombres delicuentes que usan pornografía pronto comienzan a manifestar un comportamiento adictivo y compulsivo. Todos sus mecanismos para liberar tensión pronto se llegan a relacionar con las perversiones sexuales y su conducta se hace cada vez más criminal.

Cerca de dos millones de pederastas, violadores, sádicos y practicantes de relaciones sexuales con adolescentes o prostitutas infantiles cometen más de 2 millones de delitos al año. Esta cifra se refiere solamente a los incidentes que se reportan, el número total es evidentemente mucho más elevado.

Los ingenuos que creen que la pornografía “no tiene víctimas” deberían bajarse de la nube en que se encuentran durmiendo y darse cuenta de los hechos. Miles de personas han sido torturadas, violadas y asesinadas por seres humanos perturbados como resultado directo de la pornografía. Miles de estos casos abarrotan los archivos de la policía en todo Estados Unidos.

Jeffrey Dahmer, condenado por pederastia y al mismo tiempo un practicante confeso del homosexualismo, logró convencer a 17 jovencitos que fuesen a su apartamento. Una vez allí tuvo relaciones sexuales con ellos y luego los mató y los desmembró.

Este individuo fue un activista en organizaciones que defienden los “derechos de los homosexuales” y participó en desfiles para promover el “orgullo homosexual”. La policía también encontró una enorme cantidad de pornografía fuerte y de videocintas en su apartamento (9).

El 24 de enero de 1988, el día antes de ser ejecutado por asesinato, Ted Bundy declaró, en una entrevista que le hizo el Dr. James Dobson de la organización Enfoque en la Familia, que: “Al principio, la pornografía enciende este tipo de corrientes de pensamiento… Como en el caso de las adicciones, sientes deseos de algo que sea más fuerte, más fuerte, algo que te provoque una excitación más intensa, hasta que llegas a un punto en que la pornografía ya no te ofrece más, llegas a un punto de salto en el cual te comienzas a preguntar si a lo mejor el hacerlo te daría aquello que está más allá de sólo leerlo o verlo”.

Cuando Enfoque en la Familia publicó los resultados de esta importante entrevista, se encontró con la burla de aquellos que no acaban de aceptar las dañinas consecuencias de la pornografía, pero que en el fondo reconocieron cuán cierto fue lo que arrojó el diálogo de Dobson con Bundy. Evidentemente, las únicas personas que atacaron esta entrevista fueron aquellas que apoyan o lucran inmensamente con la pornografía.

Arthur Gary Bishop, que fue ejecutado en el Estado de Utah en 1983 por violar y matar a cinco niños, entre las edades de 4 y 13 años, declaró lo siguiente: “La pornografía no fue la única influencia negativa en mi vida, pero sus efectos en mí fueron devastadores. Yo soy un homosexual pederasta condenado por asesinato, y la pornografía fue el factor determinante de mi caída”.

Los científicos del FBI de Quantico, Estado de Virginia, hicieron unos comentarios del papel que desempeñó la pornografía y sus efectos en el violador de Miami, Estado de la Florida, del caso de “la funda de la almohada”. “Adquirió revistas [pornográficas] … y soñó con realizar violaciones sexuales. Luego cruzó el umbral que separaba la fantasía de la realidad de los asaltos sexuales.”

Ray Bauer, un adicto a la pornografía de St. Louis, Estado de Missouri, a menudo obligaba a su esposa de 29 años de edad a mirar películas de pornografía fuerte y luego la ataba y la torturaba. Finalmente, en abril de 1986, la Sra. Bauer no pudo aguantar más este maltrato y mató a su esposo a balazos después de un episodio de tortura particularmente violento. La espalda, el pecho y las posaderas tenían profundas marcas de latigazos. Los agentes del orden registraron la casa y encontraron la extensa colección que su esposo tenía de pornografía violenta y sadomasoquista, también encontraron instrumentos de tortura (10).

Los negociantes de la pornografía dicen que ésta no hace daño. El siguiente caso los desmiente.

En enero de 1986, Linda Lee Daniels, de 22 años de edad, de Albuquerque, Estado de Nuevo México, fue secuestrada en pleno día del estacionamiento de su propia casa por tres jóvenes, cuyo propósito era usarla, contra su voluntad, en una película pornográfica.

El productor de la película, Johnny Zinn, dijo a los tres secuestradores, a quienes él mismo había empleado, que quería un “producto” rubio para su película y que les pagaría $1.500 si encontraban a una mujer con esas características.

Después de raptar a Daniels, los jóvenes la drogaron y la violaron durante toda la noche y filmaron toda la secuencia de las violaciones. Los diarios matutinos del día siguiente mostraron una foto de Daniels. Entonces Zinn ordenó a sus compinches que la mataran. Ellos le dispararon repetidas veces, mientras la pobre víctima suplicaba que no le quitasen la vida.

A Zinn lo condenaron a cadena perpetua. Dos de sus cómplices, aunque los encontraron culpables de violación, ya están en libertad rondando las calles, quizás en búsqueda de más “productos” (11).

El FBI ha encontrado que el 80% (29 de 36) de los más recientes asesinos en masa utilizaron la pornografía extensamente como parte integral de sus crímenes sexuales, los cuales incluían violaciones y asesinatos en serie (4).

Algunos de estos asesinos fotografiaban a sus víctimas ya muertas, recortaban las fotos de sus rostros y los pegaban sobre fotos de pornografía fuerte como preparación para su próximo asesinato.

El FBI y la policía de toda la nación estadounidense han informado que han encontrado extensas colecciones de pornografía en las casas de prácticamente cada asesino en masa y pederasta que han arrestado.

El capítulo 18 del estudio, realizado en 1986, de la Comisión sobre la Pornografía del Fiscal General de Estados Unidos señala que las principales revistas pornográficas para hombres (Playboy, Penthouse, Hustler, Chic, Club, Gallery, Genesis y Oui) tienen una tasa de circulación cinco veces más elevada en los Estados de Alaska y Nevada que en el de Dakota del Norte (12). Es muy significativo que las tasas de violaciones sexuales de Alaska y Nevada son ocho veces más elevadas que la de Dakota del Norte.

Otros investigadores han confirmado que el 64% de todos los pederastas que son practicantes del homosexualismo y el 86% de todos los violadores usaron pornografía durante el momento en que cometían sus crímenes o inmediatamente antes.

Un sondeo de más de 400 criminales jóvenes en prisión demostró que los presidiarios que habían visto grandes cantidades de pornografía eran mucho más propensos a cometer actos violentos y sexualmente perversos que los otros presidiarios que no habían visto pornografía (3).

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6. La pornografía impulsa a realizar otros crímenes y los facilita

Los que promueven la pornografía también promueven la pederastia al trivializar los actos sexuales entre niños y adultos.

Organizaciones como la Asociación de Norteamérica para el Amor entre Hombres y Niños o NAMBLA (North American Man-Boy Love Association) y la Rene Guyon Society están muy involucradas en el movimiento en pro del homosexualismo y en la pornografía fuerte. Ambas organizaciones también cabildean para que se eliminen las leyes que prohíben las relaciones sexuales con menores de edad.

Es un hecho que los magnates de la pornografía usan su gran riqueza e influencia para promover directamente los actos ilegales en sus revistas, incluyendo el uso de drogas peligrosas. Ello coincide con su ideología hedonista de que “todo es aceptable”.

Según la Dra. Judith Reisman, presidenta del Institute for Media Education (Instituto para la Formación de los Medios de Comunicación Social), con sede en Washington, DC, la legalización de todos los tipos de uso de drogas ha sido una de las metas principales, a nivel económico, editorial y legislativo del imperio de la revista pornográfica Playboy desde 1966. La primera indicación de que Playboy iba a promover el uso de drogas y su legalización tuvo lugar en el número de septiembre de 1966 de esta revista. En ese número, Playboy publicó una entrevista que hizo a Timothy Leary, en la cual la revista se congració sobremanera con este portavoz del movimiento en pro de la legalización de las drogas.

En 1970, la Fundación Playboy formalmente subscribió el establecimiento, por parte del abogado Keith Stroup, de la National Organization for the Repeal of Marijuana Laws o NORML (Organización Nacional para la Anulación de las Leyes que prohiben el uso de la Mariguana). A finales de 1871, la Fundación contribuyó con $100.000, la primera de una larga series de donativos periódicos a NORML para su campaña en pro de las drogas de 1972.

Playboy ha continuado proporcionando una gran cantidad de asistencia, tanto editorial como económica, a la legalización de las drogas desde 1970. En 1973 y en 1975, los esfuerzos de NORML, con el respaldo de Playboy, tuvieron un triste éxito al lograr abolir la criminalidad legal de la mariguana en los Estados de Oregon y Alaska. La revista Playboy ha publicado anécdotas ficticias agasajando muchísimo a los que usaban drogas, ha impreso cuadros sinópticos sobre el uso de las drogas y ha servido de plataforma para numerosos portavoces a favor de las drogas, incluyendo a Timothy Leary y a la estrella de fútbol estadounidense Don Rogers –que luego murió de una sobredosis (13).

Según fuentes del Congreso de Estados Unidos, las drogas ilícitas constituyen un negocio de $70 mil millones al año. En la actualidad tenemos 20 millones de personas que fuman mariguana con frecuencia, 7 millones que usan cocaína con frecuencia y medio millón de adictos a la heroína (14). Nuestra sociedad se está realmente ahogando en un diluvio de drogas y ningún niño está plenamente protegido de las drogas y de la pederastia (¡incluyendo el suyo!)

Lo último que necesitamos es que venga un grupo de libertinos ricos a instigar a los que promueven el uso de drogas con sus ilógicos argumentos publicados en costosas revistas a colores.

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Brian Clowes, Ph.D. es el Director del Instituto de Capacitación Pro vida de Human Life International y autor de la monumental obra en inglés Pro-Life Activist’s Encyclopedia (Stafford, Virginia: American Life League, Inc., 1993). Este artículo es la traducción del capítulo 133 de esta enciclopedia. La enciclopedia es distribuida por la American Life League, Inc., P.O. Box 1350, Stafford, VA 22555, USA, tel.: (540) 659-4171, página web: www.all.org y por Human Life International, 4 Family Life Lane, Front Royal, VA 22630-6453, USA. Tel. (540) 635-7884. Fax: (540) 636-7363. Email: hli@hli.org. Página web. http://www.hli.org.

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Notas: 1. Christopher Dawson, durante las Conferencias Gifford de 1947, en Edinburgh, Escocia. Citado en la National Federation for Decency JournalLos Angeles Daily News, “Madonna: Sex Has Some Raunchy Text, Artistic Photography.” The Vancouver [Washington] Columbian, 22 de octubre de 1992, B2. 3. David A. Scott, Pornography. Its Effects on the Family, Community and Culture. Publicado por Child and Family Protection Institute y por Contact America. Pida su ejemplar (en inglés) a Family Policy Insights, 721 Second Street NE, Washington, DC 20002. 4. The Hill-Link Minority Report of the Presidential Commission on Obscenity and Pornography. Este informe se puede pedir a Morality In Media, 475 Riverside Drive, New York, New York 10115. 5. R. Hazelwood, P. Dietz, y A. Burgess. “The investigation of Autoerotic Fatalities.” Journal of Police Science and Administration. September 1981, 404-411. Véase también el Post-DispatchPsychology Today, noviembre de 1977, 69-76 y 148. 7. “Porn Traffickers Share Guilt in Sexual Murders.” The Wanderer, 9 de marzo de 1989, 2. 8. Frank Morris. “Pornography and the Degradation of Society.” The Wanderer, 9 de febrero de 1989, 4. 9. Michael C. Buelow. “Police Believe Suspect Killed 17.” The Oregonian, 26 de julio, 1991, A1 y A24. También: “Relative in Dahmer Case Sues.” USA Today, 6 de agosto de 1991, 3A. Véase también la Carta, publicada (en inglés) mensualmente por Focus on the Family, de octubre de 1991. 10. “Woman Kills Porn Addict Husband.” National Federation for Decency Journal, mayo-junio, 1986, 7. 11. Dixie L. Gallery, madre de la víctima. “Co-ed Picked at Random is Kidnapped, Raped, Murdered By Pornographers.” National Federation for Decency Journal, abril, 1987, 5. 12. Final Report of the Attorney General’s Commission on Pornography. Rutledge Hill Press, 513 Third Avenue South, Nashville, Tennessee 37210, USA, 1986. 13. “American Drug Culture Has Roots in Playboy.” National Federation for Decency Journal, noviembre-diciembre de 1986, 4. 14. News of Interest. “Drug Use Continues to Grow.” National Federation for Decency Journal, agosto, 1987, 15. (noviembre-diciembre, 1987). 2. Madonna, Sex (1992). Citado en Suzan Bibisi, de St. Louis, 25 de agosto de 1990. 6. P. Zimbardo. “Sexual Murderers.”
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