COMUNICADO CONMEMORACION 10 DE AGOSTO DE 2023 DIA DE LA LIBERTAD DE EDUCAR
El 10 de agosto de 2016 marcó un hito en la historia de Colombia y de América Latina: miles de padres de familia, abuelos, jóvenes, educadores , hombres y mujeres, niños, niñas y adolescentes, nos volcamos a las calles de numerosas ciudades de nuestro país exigiendo al gobierno respeto por la familia natural y por los derechos de los padres e instituciones educativas a educar a los hijos acorde con sus creencias y principios dentro del respeto de la autonomía de los idearios escolares en los lugares donde estudian los hijos e hijas de nuestra Patria querida.
Algo similar sucedió, sucede y seguirá sucediendo en cada rincón de la tierra donde haya una familia en la que se vivan el amor, el respeto y el cuidado de los vínculos conyugales, filiales y fraternales. Apenas unos días atrás de nuestra próxima celebración del 10 de agosto , Día de la libertad para educar, hubo una multitudinaria marcha en un país centroamericano , Honduras, donde centenares de padres e hijos de familia – independientemente de su etnia, creencias religiosas o políticas– enarbolaron pacíficamente y con firmeza y convicción la bandera de la dignidad, inviolabilidad y necesidad de cuidado de esta institución por parte de las leyes y las instituciones del gobierno y de la sociedad civil.
Y es que decir que la familia es la base de la sociedad y el lugar donde cada persona aprende por primera vez los valores que la guiarán de por vida no es una aseveración de poco peso. Es al interior de cada familia donde se vive, se crece y se perfecciona cada persona, porque allí recibe la fuerza del amor. Si una nación quiere progresar, si quiere que sus ciudadanos desarrollen principios de
convivencia y paz, ha de custodiar los derechos de la FAMILIA, de todas y cada una de las familias, de los padres y las madres, de los hijos y los abuelos, de los esposos y de los hermanos. Ahí está el origen del verdadero progreso, del futuro y de la necesaria fraternidad entre cada pueblo y entre todos los pueblos. Los padres de familia tenemos la responsabilidad de la educación, en principios y valores morales– de nuestros hijos, y tenemos derecho a recibir del Estado un servicio educativo ajeno a ideologías y conocedor de las verdaderas necesidades de los niños, niñas y adolescentes desde la edad preescolar hasta la universidad, independientemente de que este sea prestado por entidades estatales o privadas.
En este nuevo año, el octavo desde que la calle escuchó nuestro clamor por nuestros hijos a quienes amamos, volvemos a decir con firmeza y determinación: somos capaces hasta de dar la vida por nuestros hijos, por su integridad y por su plena realización como hombres y mujeres con una dignidad que nada ni nadie puede quitarles. Invitamos una vez a participar activamente en el 10 de agosto: compartiendo el Manifiesto internacional por la libertad para educar y suscribiéndose a él, dando a conocer las múltiples herramientas para defender la familia, uniéndose activamente a la tuiteratón y las actividades asociadas a esta magna fecha.
¡LA LLAMA DE LA LIBERTAD DE EDUCAR ESTA MAS VIVA QUE NUNCA!
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